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martes, 24 de mayo de 2016

ODA AL ÍDOLO MUERTO

Quiero honrar con mi cuerpo a los acólitos de mis exequias,
quiero hacer edad en el oro de sus cabezas
para que no me clamen muerte a mis ojos
ni golpeen mi pescuezo con sus guirnaldas de oraciones.
No quiero nombres sobre nuestros cadáveres,
no me hagáis enterrar parte alguna de mi
ni exhuméis mis palabras para mirar a gusto a su deformidad
porque yo soy la doble puerta,
yo contengo el espejo que se abre
y en el que os reflejáis,
esa inquietud que os transforma en verdugos,
en víctimas y en aclamadores.
Mira cómo han reinado en nuestro pozo difunto todos los odios chapoteando en la oscuridad.)
Mira cómo ha rugido el mecanismo del tiempo
mientras nuestros corceles blancos nos esperaban
pensando en caminar hacia la luz.
El sabor es metálico,
este pasado es un óxido siniestro,
es un obscenos jeroglífico escrito con esperma,
una raya de sangre en la boca del vidrio tallado,
una muñeca cansada de girar
bajo unos ojos muertos tras la dureza de su caja de música,
afiche de una danza macabra colgada de una sombra,
ahora es la doble oscuridad,
es el rancio color de lo que no se agota
en la serena frialdad del sexo imperturbable
y me encontré con aquellos que querían matar mis sentidos
para que en mi no hubiera ni un sólo vínculo que me fundiera con el placer,)
pero yo sobrevolé sus alas negras,
atravesé sus párpados de plástico,
era blanca la noche cómo la esfera de un reloj,
posaba mi memoria sobre aquella ciudad que fue una plataforma sin cables
y todos mis recuerdos se movieron entre luces cómo luciérnagas
pero a sus plazas jamás llegó el olor de una noche de lluvia
aunque en sus piedras morasen gatos negros,
enormes gatos grandes cómo perros y pequeñas personas cómo estampas felices,)
y aunque sus columnas no sostuvieran a ninguna pereza
gustaban caminar encorvados
y sus palabras se volvían harapos,
porque su voz se escucha cómo frases herméticas en estancias selladas,)
su canto no era letanía
siquiera cuando en su cerebro se extendía una mancha de vino
parecían juntarse y celebrar,
pero siempre con el labio cobarde,
pero siempre con el puño apretando a la arena dorada. Yo
que siempre quise detentar el invisible cetro de la belleza
y escapar al influjo de sus designios
y ahora oficio la crispación de las sombras.

La mariposa encuentra la luz pero se abrasa en ella,
el poeta ha llegado a lo genial.

Es el momento de descansar bajo los párpados
y de encerrarse en las entrañas de las plegarias,
es el momento de desandar el viaje que no existe,
de ahorcaros con la más bella cinta de mis palabras,
de despertar en el suelo de un bosque del que mana agua fresca
y de encontrar la forma que me permita camuflarme en el hueco
del manto mágico del desaparecer.

El poeta ha alcanzado lo genial
y ya no puede mirar hacia delante.

La mariposa ya no puede volar y la llama prosigue.

Del poemario "Ishtar" escrito en 1995.

domingo, 22 de mayo de 2016

CUENTO DEL VIEJO DIOS

Cuando Dios creó el mundo dejó un día muerto para los niños,
sus voces estridentes desde un palmo de tierra
sin cobijo bajo sus sábanas.
El viejo Dios lo sabía pero tomaba licores y comía bombones
y no escuchaba el llanto de los niños
porque los niños estaban encerrados en el octavo día: dentro del día que no existieron.
¿Y cómo sus bocas podían saberlo?
¿Cómo sus bocas podían llamarle si no le conocían?
Sin embargo Dios podía escucharlos
pero no podía oír lo que decían porque el octavo día
estaba roto y muerto en la playa,
en una playa de un planeta olvidado bajo un sol muy enfermo.
El viejo Dios nos seguía mirando con sus ojos de plata desde su ventana azul
"¿Dónde te encuentras, Dios?" le decían los niños con su voz de estropajo.
"¿Qué será ese murmullo?" se preguntaba Dios "Viene debajo de la piel de las olas."
El viejo Dios volvía su cabeza y bajo el sol azul miré su nuca blanca.
Nunca pensó que yo le recordaba de cuando mojó las yemas de sus dedos
                                                     para librarme de la sed del infierno.)
Nunca pensó que yo le recordaba de cuando ató mi nombre y lo arrojó a la hoguera.
Nunca pensó que yo le recordaba del tiempo de las mazas y las cadenas.
Volvió su nuca y olí el perfume de sus bombones,
sentía cómo el chocolate se deshacía entre sus muelas bañadas de licor.
Entonces descargué el golpe mortal y la voz de los niños se hizo más amplia,
y la voz de los niños trepó hasta las ventanas y en cada cima pronunciaban mi nombre:
"Culpable".
Pero yo todo lo hice por ver de nuevo color en sus mejillas.

Gimió el anciano Dios herido,
con su mano tendida me regaló su muerte
y los niños sonreían felices entre sus babas de caramelo,
brincaban y sudaban desde el piso más alto.
Yo también sonreía a los niños y no dejé de hacerlo cuando velaron su cadáver,
cuando peinaron sus cabellos y untaron lágrimas de aceite entre sus sienes.
Entonces el más pequeño de ellos
--un niño rubio con ojos de esmeralda--
me dio bombones y un vaso de licor
y me dijo que jamás me preocupase ni que llorase
y que tenía que ser fuerte porque era Dios.
Y yo sentí la dulzura en mi mano derecha y el calor en mi mano izquierda
y comprendí que conversaba con el demonio
y comprendí que todos aquellos ojos eran las voces no escuchadas de Dios,
todos aquellos ojos que lloraban hundidos en la cara de los niños,
me dormí rodeado de ángeles
y cuando desperté Dios me miraba desde su cielo, me saludaba con su vaso
y mojaba por mi con saliva sus manos.


Del poemario "El final de los tiempos", escrito en 1999.

jueves, 24 de diciembre de 2015

FUNDADOR DEL PROCESO

En el formato del núcleo aquel presente tenía la forma de la flor usada, quise meter algo de ruido para los silentes que miraban al mismo tiempo pero en el teatro del mundo estuve poco tiempo y a través de un caramillo veía bailar el agua.

En el muro de la sensación la rebeldía estaba creciendo y mis mejillas sin barbar ya eran nuevas y recién estrenadas sin la cara de insano de antes pero no con muy buena cara.

Antaño estuve siendo el mismo pero ahora tenía un remedo de distancia con los días y me gastaba en el tedio, sabía algo más ya pero no sabía nada nuevo.

Me desgastaba con nieve y sopor y también con juegos nuevos, la realidad aparente estaba manchada y curaba.

Después del tránsito de todo llegó el cloroformo del medio y luego aquello que se prefiere y es falso.

Durante la luna llena de la mirada la pelea con el interno ser me abrigaba, en el ayuno hallé la semejanza.

Siempre en la mitad de algo cadencioso y espectante hacía mi fervor del vino y de los gusanos que un día me habrían de tener a su merced.

Con todo el error no existía, era yo.

Lo que estaría, fue. La ceremonia de la improvisada risa brotante y borboteante no llegaba y la canción se empezaba a acelerar.

Entonces llegaron los recuerdos y eran distintos y todos ellos eran una cura, pero sin embargo no había razonamiento distinto y todo era entregado entre los somurmujos separados del tedioso cavilar y el celo.

Detrás de la combinación de palabras sentía que mi energía me requería y me llamaba, y mi destino era total y diferente, había llegado al país de los cinco sentidos que debían de ser vividos con los cinco sentidos, pero con el sexto.

Nunca más de una vez mi alma habló con la voz de la Verdad Propia y eso era así porque no podía ser de otra manera, pero en el mundo.

Conservé lo que era antes nunca nada y lo rectifiqué.

Esparcido el espacio nada había de lo que decía, sólo eran las entrañas muertas de un viejo dios que actuaban.

Perplejo en el mirar busqué lo que me sobrababa y en medio de la locura de no saber, supe.

Realidad infinita era una verdad ínfima.

El deseo era lo que era también sin ser el mismo, todo ello visto desde un nudo sin desenlace, inabarcable.

Pero lo que hablé de mi estaba ardiendo con los dos mensajeros mudos y la altonanza en el verdor, presencia de las voces.

Giro que dice la hora que dice adiós ahora, cada vez que es marcado.

martes, 7 de abril de 2015

GUITARRAS EN LA PISCINA



GUITARRAS EN LA PISCINA 


En la Argentina dorada pongo mi plato
Entonces llegan las cucarachas voladoras
Ellas son los nuevos insectos del perdonar
Y tengo envueltos mis patines en cloroformo
Allí arriba el gigante descansa con una música
Abajo un pueblo que se muere de hambre
En la opulencia hay una puerta que no descansa
Sus goznes de muñeca se abren hacia afuera y chillan
Los alimentos están hambrientos
Los no nacidos han nacido
El humo nos ha pedido nuestro plato de sopa
Pronto vendrá la guerra y su gran catedral
Los soberbios cardenalicios del temor y el espanto
Aman al dios dinero con sus agujas y sus formas
Yo te traigo el pastiche de un día claro
Mi carne brilla bajo el fuego de Venus y mi palabra calla por cada dentellada
Yo he puesto nombres debajo de los nombres
Y con tus lagrimas hoy me hecho caldo que me espabila
Mira la rubia flor de marzo
Sus caderas preñadas y su paso simplón
Luego verás arder el fuego en las carretas
Que estrellaremos contra las murallas
Ah, qué dorada moneda recuerdo hoy
Mis manos pegajosas de chicles y petróleo
Excusas para no avanzar
Y balones redondos
Mi tocado de gracia en la puñeta gorda
Y mi brazo partido con el que remo
Las olas obedecen a mi voz
Y me hablan solas
Guitarras en la piscina

lunes, 6 de abril de 2015

UNA HISTORIA QUE NO DEBE SER CONTADA


 UNA HISTORIA QUE NO DEBE SER CONTADA (A POEM)



Escribo sobre las sombras de las sepultuas
Y he sido intenso en el juego de la luz y el quehacer
Las gigantescas runas azuladas de nuestros mitos
Y la presuncion de los dos temas emparentados
A los dieciseéis recogí mi cabello, dijo ella,
eso fue antes de la tercera guerra mundial:

Todo aquello que viene presto y salta y es un humo turbio sobre el tejadal castigado
Y el viento en la cadera veraz se necesita
Rojos entubios del parque tres en raya
Yo como siempre soy el que se esconde, Enriqueta
Y lo que se ha buscado y ni apetece ni es estudio de dar
¿Cuántos muertos van ya?
Aguirre y la colera de Dios
Maicena y churros y rumanos
Debajo de la cafetera cojo la mano de ella
Turbinas aposentadas y Gigalmesh
Caras redondas de buenos soldados en mi batalla
Y los cojines rosas con pelos blancos
Debajo de los hombres del circo la cimitarra y la gaseosa
Siempre andando hacia aquel lugar
Ruina en el desierto
Y aquellos modos de caballo
Y ver en la verdad hasta que alcance la paniagua
Tres dias de ser yo
Tuve mi tiempo destinado igual que tu
Pero con menos grasa y bocatas
Asi ha sido mi luciernaga que investigaba un poco
Y un poco corredor tambien desaborio
Y castaño
Hasta el dia azul recuerdo
De aquel lugar
De aquel lugar por cierto arrancado del corazon
Visitando las casas
 Y a la entrada de la urbe
Donde veia yo las tapas y cervezas
Habia un bosque de pinos diminuto
Yo con mis gafas encontradas en la playa
Me hacia fotos vestido de ciclista
Y la indecente risa de las britanicas
Sus vestidos de noche
Y luego la cafeteria donde nunca estuve
Y que tambien era un karaoke
Un dia habia un mercadillo
Y vendian sandalias baratas y libros en ingles
Y asi hasta que me enconte cinco euros
Y me los gaste en una pinta de Guines
Y los bares sin nadie a penas
Y luego mataron a un hombre en un.pub
Le dispararon, fue la mafia
Y yo pensaba no es cierto
Y caminaba por la arena
Mis amigos a quince kilometros
Y yo sudaba mirando las casas para la pesca
Por el calor atomico y la culpa mia
Y todo es asi
 La clarisa rebelde
Y los toques de la luna
La tostada untada de mantequilla
Y los misterios de Laura
Y asi con la participacion del tomador
Y biendormido en el paseo de las petunias
Alli donde bajé del miniautobus
Y quise convencerme contra los que se equivocan
El mono de monte me lleva por el camino
Y las ranas cantan y tranquilizan a todo el mundo
Tostadas igual que las serpientes
Tostadas untadas de mantequilla
Todos al juzgado
Donde poner los pies
Y asi se permite insistir
En el recuerdo que sorprende de las ranas
Que entre los barrancos saltaban
Y luego callan

miércoles, 17 de octubre de 2012

LA NOCHE (escrito en el año 20029

TRAGAR UNA NOCHE INMENSA TRAGADO POR UNA NOCHE INMENSA, ERGUIDO PORTADOR DE UN SUEÑO DEFORME, POESISONES TORMENTOS POR BATIENTES ESPEJOS DONDE LOS EXTRAÑOS ME VIGILABAN POR BATIENTES ESPEJOS DONDE LOS EXTRAÑOS ME VIGILABAN, HOY TODO ES DOBLE, DOBLE ES TODO, LOS OJOS ME RONDABAN CÓMO UNA MANADA DE GATOS HUÉRFANOS, LOS GATOS HUÉRFANOS ME RONDABAN CÓMO UNA MANADA DE OJOS. ROMPO EL ESPEJO. TODA LA VIDA BUSQUÉ EL LENGUAJE, LA MAGIA DE LA EVOCACIÓN EN EL SIGNO PERDIDO, EL EFECTO DE LAS PALABRAS CÓMO MUERTE, RAMERA, SALVAJE, DESNUDO O PERDURAR, PERO CON UN VOCABLO LA OSCURIDAD NO TE ENVUELVE, CON UN VOCABLO NO PUEDE ARDER TU SANGRE, UN SÓLO VERBO PARA LA INVOCACIÓN, UN SÓLO NOMBRE, UN SÓLO DON QUE SE TRANSFIGURA, UNA PLEGARIA DEL FUTURO CUMPLIDA, OFICIANTE Y ORÍFICE DE LA PALABRA, GALERÍA DE PENAS. PIENSO EN ESAS PALABRAS QUE BASTARON PARA QUE YO ENFERMARA Y EN TODAS AQUELLAS QUE NO SE HICIERON SINO PARA ARDER, LAS QUE ALIMENTARON MI ODIO, PIENSO EN TODAS AQUELLAS PALABRAS QUE ALIMENTARON MI ODIO... ¡CIERRA EL ESPEJO, SÓLO GUARDÉ UN MANOJO DE AQUELLAS QUE ME PERMITIERON DOMINAR, EL SORTILEGIO PARA HACERME, EL DELICADO HECHIZO Y NO SU IRREVOCABLE MUTACIÓN! ...YA SÉ QUE NO SOY DIOS SINO UNO DE SUS MÁS GENIALES E INMORTALES POETAS Y QUE SI HE CONSEGUIDO REENCARNARME EN ESTAS BLANCAS MANOS QUE TECLEAN FRENÉTICAS SIN QUE COMPRENDAS QUE YO SOY EL QUE ESCRIBE, QUE YO SOY EL POETA, QUE YO SOY INMORTAL, QUE YO SOY EL QUE HABLA POR TU BOCA TÚ NO SABES QUIÉN ERES. TÚ.

NÚMERO DE MIS AÑOS (poema escrito en el año 2002)

1 Miré tu rostro con su carga de tiempo, revuelvo el agua negra del espejo. 2 El aire oscurecía los objetos, yo era un obstáculo en mi propia huída. 3 Mi cuerpo se desperdició en el tiempo donde no existió nadie, permanecí en el centro de lo invisible. 4 Abandonada luz en uno de tus aires de dejadez, fumando cómo una vieja prostituta. 5 Descúbreme la inexplorada senda, no me cargues ahora con tu costal de sombras. 6 Caricia de la sangre viva, vuélvete amarga. 7 Miré hacia el horizonte cómo quién mira a un espejo y fuí tu luz. 8 Estuviste con esos que dijeron que la vida era un círculo y miraste su piel convertirse en cristal. 9 Mira la vida pero no la juzga, es cómo un niño. 10 La belleza era una mística, desde el perfil o desde el filo del tiempo resbalaba. 11 Finitos términos donde cohesionar tus raíces, donde amarte cómo un perro rabioso. 12 Poeta en otra parte antes de sentirte cómo un cuerpo corrupto entre la niebla. 13 Esconderte entre campanas de silencio, resucitar entre un millón de colibríes. 14 Asombrado puñal cuya carne invisible no atraviesas. ¿Qué placer en tu oscuro vaivén reflejaba el perfil de tu filo acariciado por el veneno? 15 Rompiente salitroso cuyo eco de voz aún permanece en mí, absoluto de espumas, corriente venidera, abrasa de salitre la blanca piel del mar. 16 El rostro por un minuto, sofocado de aliento pensó en gritar y romper la clavícula del espejismo, enterrar en la arena del mar su garganta dorada. 17 Corsé de palabras enjabonando tu retórica, paradoja de tu lengua atrapada, buril de tu silencio, pausada sombra que se detiene y avanza. 18 Meditando entre extrañas flores conseguí encontrar la apariencia. 19 Desgajándose del aire voy confuso por los límites del tiempo. 20 La semilla del sueño prendía besos en mi alma herida de belleza. 21 La mirada rozaba el sopor que tutelaba el cuerpo, dominio de un oscurecido sentimiento de amor. 22 Soñé por un jardín perfumado tu fantasma blanco persiguiendo la voz que escapaba de ti recorriendo mi nombre. 23 Tu cuerpo se desplegaba cómo un arco irís y cada poro de tu piel era una gota que yo llenaba con mi luz. 24 Amanecer en un rostro donde el amor ha repartido su semilla volada y dormir en sus ojos. 25 Cariz que tomaba la belleza apuntalada en su cima pasajera del mundo, dormitorio de velas apagadas con tres libélulas incandescentes, asomadas grietas. 26 Ofuscado símbolo que eterniza la densidad magnífica del trancurrir, presentando frescos besos cómo copas vacías. 27 Túnel del tiempo, cordel extendido exhumación de la vida. 28 Encontrar una réplica exacta de la muerte que no defraude los sentidos. 29 Muevo hacia atrás mis alas de piedra en el ácido del tiempo. 30 Número de mis años, la corriente de la historia vivida en la parálisis mental del instante, ese el el gozo sublime, oh, Dios, Gracias por dejarme ser tan buen poeta, sin sueños sólo somos ropa, ropa a caballo y grey.